Se nos acaba la era
martes, 21 de mayo de 2013
jueves, 21 de febrero de 2013
sábado, 10 de noviembre de 2012
viernes, 7 de septiembre de 2012
Perplejidad.
lunes, 3 de septiembre de 2012
Tu boquita no me llama
viernes, 3 de agosto de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
miércoles, 29 de febrero de 2012
Siempre termina siendo lo mismo: Insistir. Insistir hasta que me respondas algo, obligarte a que me hagas sentir bien, insistirte hasta finalmente cansarte.
El tiempo, eso que yo quería que se adelante, que pase rápido, por fin está pasando, y hoy estoy prefiriendo que no pase, que retroceda, que vuelva a Septiembre 2011. Ahí cuando no estaba todo dicho, y si lo estaba buscábamos las palabras para tratar de decirlo de otra forma.
No quiero. No me gustan los cambios.
Ojalá me ames para siempre.
jueves, 16 de febrero de 2012
¿él o ella?
Comía frutas para no fumar. Comía manzanas, uvas, naranjas. Hoy decidió comer ciruelas. No fumaba porque no tenía cigarrillos, no porque se importara por él mismo. Fumaba después de cada discusión. Escribía un poco si lo necesitaba, pero no le salía muy bien.
Había perdido el orgullo varios meses atrás, lo caracterizaba y lo cambió por ella. Quiso irse a dormir y definitivamente no podía. Empezó a leer a Cortázar dejando un espacio para que ella le hablara. Ella nunca le habló.
Él la amaba así, desatenta.
lunes, 13 de febrero de 2012
2010
Y casi sin darme cuenta estaba sola. Del otro lado de la habitación había gente, pero en donde yo estaba solo entraba soledad. Abrí la puerta, salí del cuarto, vi la calle. Caminé desorientada, entré en sociedad. Luces, el piso mojado por la lluvia de la noche anterior, la gente me empuja, no me ve. Soy invisible.
miércoles, 8 de febrero de 2012
Ojalá existiese algo que me ayude a empezar cada cosa con naturalidad, sin tener que pensar tanto.
No existe algo que me dé el pie para empezar a explicar por qué hablo tanto y a la vez digo tan poco. No me interesa que sepan las cosas que pienso, me lleno la boca de palabras vacías, que no expresan ni la mitad de las cosas que siento. Algo así como pensar que la única forma de que todo esté mejor es amando, o escribiendo canciones que den algún sentido, canciones que ayuden a reflexionar sobre lo bueno que está amar. Y todo está girando en torno al amor.
Supongo que me muestro así, mala, hasta a veces egoísta, porque no quiero que los demás descubran lo débil que soy. Soy demasiado sensible para las demás personas, o demasiado exagerada tal vez.
Cuando no hablo con mi novio, me paso noches sin dormir pensando en el mundo, en lo que está pasando afuera, pienso que mientras estoy acostada, mientras me ilumina la cara una mínima luz que sale de mi velador, en otro lugar hay gente sufriendo, o riéndose, o comiendo, o lastimando, o violando, o matando. O quizás durmiendo como tendría que estar haciéndolo yo. Y a la vez me veo tan chiquita en este inmenso mar de pensamientos, quiero hacer tantas cosas y sé que no voy a poder. Es una pena que haya más maldad que altruismo. Supongo que es normal que sienta esto. Lo que no es normal es la tristeza que guardo, que hoy dejo salir para que me lea... nadie.
jueves, 19 de enero de 2012
Que nadie me moleste porque me voy a confesar conmigo misma. El verano tiene algún tipo de problema conmigo, no por el calor que no banco y nunca voy a bancar, va más allá de eso, es algo más profundo. Siento que en Enero, estando de novia y realmente feliz, vuelvo a tener 14 años y a sentirme mal, fea, sin ganas de comer. Me aburro porque no estoy en constante contacto con las personas que me rodean el resto del año. Me aburro porque estás en México y lo único que puedo percibir de vos son un par de letritas en mi monitor. Me quedo sin aire de tanto extrañarte.
Y vuelvo a sonreír cuando me acuerdo que en 5 días voy a volver a verte y para la suerte de los dos en la playa y solos. No quiero que mi estado de ánimo dependa de una persona pero tampoco puedo hacer algo contra eso. Me enamoré y ahora todo mi mundo depende de vos.
domingo, 8 de enero de 2012
7400 kilómetros
Hay 7400 kilómetros de distancia entre nosotros y yo no me puedo dormir. Pienso. Pienso. Pienso. Me imagino viendo llegar un micro, tu micro, te veo desde afuera en la terminal de Villa Gesell. Sonrío por inercia, lloro un poquito también. Empiezo a temblar de la emoción, vos tardas en bajar. Me desespero. Tengo calor y vos que no bajas. Le gente me empuja, como siempre no me ve. Y vos seguís sin bajar. Empiezo a llorar cada vez más, pasan 10 minutos y te veo asomar la cara por la puerta. Ahora soy yo la que empuja a la gente para llegar a la puerta. Me cuelgo de vos, no dejo de abrazarte ni de darte besos, me desinhibo, la gente para mí no está. ‘Te amo, te extrañé’ te digo y sigo llenándote de besos y abrazos…
Y todavía faltan 16 días de los 37 que te fuiste. Paso las noches desvelada imaginándote, pensando en vos, en tus ojos, tu boca, tu nariz, tu pelo, tu cuerpo. Cierro los ojos y suspiro. Pienso también en la última vez que nos vimos, en el último abrazo, mi cara mojada de tanto llorar, tu cara llena de tristeza. Me enamoro cada día más.
viernes, 6 de enero de 2012
De vez en cuando me auto-pregunto ¿por qué? ¿cuándo pasó?
¿Por qué no puedo controlar mis impulsos de buscarte hasta cuando no queres saber más nada de mí? ¿Por qué no puedo controlar mis impulsos de buscarte hasta cuando yo no quiero saber nada de vos? ¿Por qué llorar? ¿Por qué pedirte perdón cuando en realidad no pasó nada? ¿Por qué enamorarme cada vez más hasta cuando me ganan las ganas de odiarte?
¿Cuándo pasó? ¿Cuándo fue que cambié así? ¿Cuándo me volví tan débil? ¿Cuándo empecé a dar más de lo que recibo?
No quiero. Me cansa. Me confunde. No entiendo.
No quiero que me canse, y no hay necesidad. Me confunde este loop interminable. No entiendo qué está pasando. Antes amanecer con vos era reír con vos. Ahora amanecer con vos es llorar con vos. Si lo más lindo empieza con F, no me cambies los planes. La distancia me perturba.
Somos un círculo vicioso. Y toda la vida va a ser así.
No me sueltes. Porque no me cansa imaginarte. Y cada vez falta menos.
jueves, 29 de diciembre de 2011
domingo, 13 de noviembre de 2011
Trato de acoplar lo que me genera verlo en un par de palabras. En renglones que nunca me van a alcanzar por más que sean millones. Solamente verlo… No hace falta tenerlo cerca. Observarlo de lejos, mirar sus gestos, su forma de hablar, su sonrisa. Cómo explicar lo que pasa por mi mente cuando sonríe. Son miles de hormiguitas imaginarias que empiezan a caminarme por la panza. Mi mente empieza a crear momentos y circunstancias con vos, y nunca me dejas sola. Y de repente estoy en tu habitación. Mirándote, acariciándote los párpados, rozando nuestros labios y cuerpos al mismo tiempo. Vuelo sin tener alas.
Fue una real suerte encontrarte.
sábado, 5 de noviembre de 2011
Siempre
El tiempo que no pasa y yo que quiero empezar a vivir la vida con vos. Pensar en eso me altera y me da felicidad en simultáneo. Me altera porque nada se apura, solamente lo que quiero que no pase, lo demás va lento. Me da felicidad porque lo que va lento va con vos de la mano.
Me creo la imagen perfecta en la mente: vos, yo, una casa, viajes, música, arte. Te asemejas a lo que siempre quise para mí, ahora y siempre. Y si alguna vez decidís alejarte, no importa, yo te espero. Porque sé que vas a volver, porque nos necesitamos, porque no existe otra persona ni para vos ni para mí que encaje tan bien con nosotros. Porque nos complementamos, y nos completamos.
A veces me gustaría borrar ese lugar que ocupas en mi mente, para no gastarte, a veces me gustaría no buscarte tanto, para no cansarte. Pero no puedo, si no estoy con vos tengo que pensarte, si estás por ahí, cerca, tengo que estar con vos. Y a veces tengo miedo de amarte tanto, de volar allá arriba. No me dejes caer nunca. Porque nunca nada estuvo tan cerca de la felicidad como ahora, nunca nada se acercó tanto a la tranquilidad, a la seguridad. Qué bueno eso de que existas.
domingo, 21 de agosto de 2011
Qué lindo sería poder parar el tiempo en ese momento, tan justo, tan sincero, lleno de abrazos y alegrías. Ahí acostados en el pasto, acurrucados, con mucho frío, pero qué importa el frío si te tengo al lado mío. Qué me importa el ruido de los autos de la avenida, qué me importa los perros y la gente corriendo alrededor, si siento tus manos abrazando mi cintura, entrelazadas con las mías.
No sé ni cómo, ni cuándo, ni por qué pasó. Lo que me llena es que pase… con rapidez, pero que pase. El tiempo... qué molesto es el tiempo, todo se acorta cuando te tengo cerca, todo se alarga cuando no estás, pero no importa, porqué sé que estás.
sábado, 20 de agosto de 2011
10 días sin vos.
Y ese orgullo que no nos deja vivir (creo que lo escuché en una canción).
Qué fácil parecen hacerte las cosas a vos. Te extrañé y te extraño, no la compliques más. Esto se arma de a dos, no puedo sola. Es tan cruda tu indiferencia que se siente como golpes en el estómago, no me deja respirar. Extrañame, necesito que me necesites, quiero verte y que quieras verme.
Post-Bariloche (y Vos)
Dormí tranquilo que yo cuido de vos. Tus miedos son absurdos paralelamente con mis ganas de volver. Yo no tengo miedo a volver, solamente tenía ganas de quedarme un tiempito más, con vos, y dormirnos, y acurrucarnos. Pero ambos sabemos que eso no se puede, que el tiempo nos jugó en contra. Quizás más adelante lo puedas entender, por ahora solo queda tu egoísmo y tus caprichos.
Repito: Tranquilo, yo te quiero así.
lunes, 31 de enero de 2011
No quiero sólo mirarte.
No quiero sólo escucharte.
No quiero sólo soñarte, pensarte. Quiero algo más que eso, algo más que me llene el alma.
Hoy quisiera salirte a buscar, ponerme mi mejor vestido, uno que convine con mis uñas cortas negras, con mi pelo largo, lacio y rubio. Un poco de maquillaje, no mucho, sé que te gusta más lo natural. Ponerme mis zapatos negros y llevar mi paraguas a cuadrillé, por si acaso, se pronosticó lluvia.
Deseo eso y aún así no lo hago. Me quedo encerrada en mi habitación, esperando a que seas vos el que viene a buscarme. Y eso no pasa.
Comenzó a llover, las gotas mojan brutalmente mi ventana, te sigo esperando. Tengo la esperanza de verte llegar, empapado, con frío. Abrirte la puerta, abrigarte y darte calor. Decirte que te quiero, que inexplicablemente te quiero, vos sonriendo. Me abrazas. Me susurras al oído:
-Yo también, te quiero. Te necesito.
Pero no, eso no pasa.