domingo, 13 de noviembre de 2011

Trato de acoplar lo que me genera verlo en un par de palabras. En renglones que nunca me van a alcanzar por más que sean millones. Solamente verlo… No hace falta tenerlo cerca. Observarlo de lejos, mirar sus gestos, su forma de hablar, su sonrisa. Cómo explicar lo que pasa por mi mente cuando sonríe. Son miles de hormiguitas imaginarias que empiezan a caminarme por la panza. Mi mente empieza a crear momentos y circunstancias con vos, y nunca me dejas sola. Y de repente estoy en tu habitación. Mirándote, acariciándote los párpados, rozando nuestros labios y cuerpos al mismo tiempo. Vuelo sin tener alas.

Fue una real suerte encontrarte.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Siempre

El tiempo que no pasa y yo que quiero empezar a vivir la vida con vos. Pensar en eso me altera y me da felicidad en simultáneo. Me altera porque nada se apura, solamente lo que quiero que no pase, lo demás va lento. Me da felicidad porque lo que va lento va con vos de la mano.

Me creo la imagen perfecta en la mente: vos, yo, una casa, viajes, música, arte. Te asemejas a lo que siempre quise para mí, ahora y siempre. Y si alguna vez decidís alejarte, no importa, yo te espero. Porque sé que vas a volver, porque nos necesitamos, porque no existe otra persona ni para vos ni para mí que encaje tan bien con nosotros. Porque nos complementamos, y nos completamos.

A veces me gustaría borrar ese lugar que ocupas en mi mente, para no gastarte, a veces me gustaría no buscarte tanto, para no cansarte. Pero no puedo, si no estoy con vos tengo que pensarte, si estás por ahí, cerca, tengo que estar con vos. Y a veces tengo miedo de amarte tanto, de volar allá arriba. No me dejes caer nunca. Porque nunca nada estuvo tan cerca de la felicidad como ahora, nunca nada se acercó tanto a la tranquilidad, a la seguridad. Qué bueno eso de que existas.