jueves, 19 de enero de 2012

Que nadie me moleste porque me voy a confesar conmigo misma. El verano tiene algún tipo de problema conmigo, no por el calor que no banco y nunca voy a bancar, va más allá de eso, es algo más profundo. Siento que en Enero, estando de novia y realmente feliz, vuelvo a tener 14 años y a sentirme mal, fea, sin ganas de comer. Me aburro porque no estoy en constante contacto con las personas que me rodean el resto del año. Me aburro porque estás en México y lo único que puedo percibir de vos son un par de letritas en mi monitor. Me quedo sin aire de tanto extrañarte.

Y vuelvo a sonreír cuando me acuerdo que en 5 días voy a volver a verte y para la suerte de los dos en la playa y solos. No quiero que mi estado de ánimo dependa de una persona pero tampoco puedo hacer algo contra eso. Me enamoré y ahora todo mi mundo depende de vos.

domingo, 8 de enero de 2012

7400 kilómetros

Hoy me dejas entender que te asustan las palomas, que te gustan las guitarras, que odias las injusticias, que vivirías de la música, que no te molestan las drogas, que te gusta mi nariz, que no sabes dibujar, que te gusta imaginar algo mejor, que te molestan los destiempos y te perturbas con la pobreza, que mi cuerpo es tu mejor regalo, que te encanta dormir y comer, más cuando lo compartís conmigo, que también queres una casa con paredes blancas en donde me incluyas.

Hay 7400 kilómetros de distancia entre nosotros y yo no me puedo dormir. Pienso. Pienso. Pienso. Me imagino viendo llegar un micro, tu micro, te veo desde afuera en la terminal de Villa Gesell. Sonrío por inercia, lloro un poquito también. Empiezo a temblar de la emoción, vos tardas en bajar. Me desespero. Tengo calor y vos que no bajas. Le gente me empuja, como siempre no me ve. Y vos seguís sin bajar. Empiezo a llorar cada vez más, pasan 10 minutos y te veo asomar la cara por la puerta. Ahora soy yo la que empuja a la gente para llegar a la puerta. Me cuelgo de vos, no dejo de abrazarte ni de darte besos, me desinhibo, la gente para mí no está. ‘Te amo, te extrañé’ te digo y sigo llenándote de besos y abrazos…

Y todavía faltan 16 días de los 37 que te fuiste. Paso las noches desvelada imaginándote, pensando en vos, en tus ojos, tu boca, tu nariz, tu pelo, tu cuerpo. Cierro los ojos y suspiro. Pienso también en la última vez que nos vimos, en el último abrazo, mi cara mojada de tanto llorar, tu cara llena de tristeza. Me enamoro cada día más.

viernes, 6 de enero de 2012

De vez en cuando me auto-pregunto ¿por qué? ¿cuándo pasó?

¿Por qué no puedo controlar mis impulsos de buscarte hasta cuando no queres saber más nada de mí? ¿Por qué no puedo controlar mis impulsos de buscarte hasta cuando yo no quiero saber nada de vos? ¿Por qué llorar? ¿Por qué pedirte perdón cuando en realidad no pasó nada? ¿Por qué enamorarme cada vez más hasta cuando me ganan las ganas de odiarte?

¿Cuándo pasó? ¿Cuándo fue que cambié así? ¿Cuándo me volví tan débil? ¿Cuándo empecé a dar más de lo que recibo?

No quiero. Me cansa. Me confunde. No entiendo.

No quiero que me canse, y no hay necesidad. Me confunde este loop interminable. No entiendo qué está pasando. Antes amanecer con vos era reír con vos. Ahora amanecer con vos es llorar con vos. Si lo más lindo empieza con F, no me cambies los planes. La distancia me perturba.

Somos un círculo vicioso. Y toda la vida va a ser así.

No me sueltes. Porque no me cansa imaginarte. Y cada vez falta menos.