jueves, 29 de diciembre de 2011

Dame tristezas para poder escribirlas mejor

No quiero sentirme bien todo el tiempo

Pero todo es mejor cuando es con vos.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Trato de acoplar lo que me genera verlo en un par de palabras. En renglones que nunca me van a alcanzar por más que sean millones. Solamente verlo… No hace falta tenerlo cerca. Observarlo de lejos, mirar sus gestos, su forma de hablar, su sonrisa. Cómo explicar lo que pasa por mi mente cuando sonríe. Son miles de hormiguitas imaginarias que empiezan a caminarme por la panza. Mi mente empieza a crear momentos y circunstancias con vos, y nunca me dejas sola. Y de repente estoy en tu habitación. Mirándote, acariciándote los párpados, rozando nuestros labios y cuerpos al mismo tiempo. Vuelo sin tener alas.

Fue una real suerte encontrarte.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Siempre

El tiempo que no pasa y yo que quiero empezar a vivir la vida con vos. Pensar en eso me altera y me da felicidad en simultáneo. Me altera porque nada se apura, solamente lo que quiero que no pase, lo demás va lento. Me da felicidad porque lo que va lento va con vos de la mano.

Me creo la imagen perfecta en la mente: vos, yo, una casa, viajes, música, arte. Te asemejas a lo que siempre quise para mí, ahora y siempre. Y si alguna vez decidís alejarte, no importa, yo te espero. Porque sé que vas a volver, porque nos necesitamos, porque no existe otra persona ni para vos ni para mí que encaje tan bien con nosotros. Porque nos complementamos, y nos completamos.

A veces me gustaría borrar ese lugar que ocupas en mi mente, para no gastarte, a veces me gustaría no buscarte tanto, para no cansarte. Pero no puedo, si no estoy con vos tengo que pensarte, si estás por ahí, cerca, tengo que estar con vos. Y a veces tengo miedo de amarte tanto, de volar allá arriba. No me dejes caer nunca. Porque nunca nada estuvo tan cerca de la felicidad como ahora, nunca nada se acercó tanto a la tranquilidad, a la seguridad. Qué bueno eso de que existas.

domingo, 21 de agosto de 2011

Qué lindo sería poder parar el tiempo en ese momento, tan justo, tan sincero, lleno de abrazos y alegrías. Ahí acostados en el pasto, acurrucados, con mucho frío, pero qué importa el frío si te tengo al lado mío. Qué me importa el ruido de los autos de la avenida, qué me importa los perros y la gente corriendo alrededor, si siento tus manos abrazando mi cintura, entrelazadas con las mías.

No sé ni cómo, ni cuándo, ni por qué pasó. Lo que me llena es que pase… con rapidez, pero que pase. El tiempo... qué molesto es el tiempo, todo se acorta cuando te tengo cerca, todo se alarga cuando no estás, pero no importa, porqué sé que estás.

sábado, 20 de agosto de 2011

10 días sin vos.

Y ese orgullo que no nos deja vivir (creo que lo escuché en una canción).

Qué fácil parecen hacerte las cosas a vos. Te extrañé y te extraño, no la compliques más. Esto se arma de a dos, no puedo sola. Es tan cruda tu indiferencia que se siente como golpes en el estómago, no me deja respirar. Extrañame, necesito que me necesites, quiero verte y que quieras verme.

Post-Bariloche (y Vos)

Dormí tranquilo que yo cuido de vos. Tus miedos son absurdos paralelamente con mis ganas de volver. Yo no tengo miedo a volver, solamente tenía ganas de quedarme un tiempito más, con vos, y dormirnos, y acurrucarnos. Pero ambos sabemos que eso no se puede, que el tiempo nos jugó en contra. Quizás más adelante lo puedas entender, por ahora solo queda tu egoísmo y tus caprichos.

Repito: Tranquilo, yo te quiero así.

lunes, 31 de enero de 2011

De hecho, se pasaba casi todo el tiempo vagando por el pasado. Parecía encontrarle un sentido. […]

Y el futuro. Nunca pensaba en el futuro. Era difícil concentrarse en una nube gris de nulas expectativas.

Incluso le deprimía pensar en el día siguiente.

¿Cómo podían parecerse tanto los días?

No quiero sólo mirarte.

No quiero sólo escucharte.

No quiero sólo soñarte, pensarte. Quiero algo más que eso, algo más que me llene el alma.

Hoy quisiera salirte a buscar, ponerme mi mejor vestido, uno que convine con mis uñas cortas negras, con mi pelo largo, lacio y rubio. Un poco de maquillaje, no mucho, sé que te gusta más lo natural. Ponerme mis zapatos negros y llevar mi paraguas a cuadrillé, por si acaso, se pronosticó lluvia.

Deseo eso y aún así no lo hago. Me quedo encerrada en mi habitación, esperando a que seas vos el que viene a buscarme. Y eso no pasa.

Comenzó a llover, las gotas mojan brutalmente mi ventana, te sigo esperando. Tengo la esperanza de verte llegar, empapado, con frío. Abrirte la puerta, abrigarte y darte calor. Decirte que te quiero, que inexplicablemente te quiero, vos sonriendo. Me abrazas. Me susurras al oído:

-Yo también, te quiero. Te necesito.

Pero no, eso no pasa.