domingo, 13 de noviembre de 2011

Trato de acoplar lo que me genera verlo en un par de palabras. En renglones que nunca me van a alcanzar por más que sean millones. Solamente verlo… No hace falta tenerlo cerca. Observarlo de lejos, mirar sus gestos, su forma de hablar, su sonrisa. Cómo explicar lo que pasa por mi mente cuando sonríe. Son miles de hormiguitas imaginarias que empiezan a caminarme por la panza. Mi mente empieza a crear momentos y circunstancias con vos, y nunca me dejas sola. Y de repente estoy en tu habitación. Mirándote, acariciándote los párpados, rozando nuestros labios y cuerpos al mismo tiempo. Vuelo sin tener alas.

Fue una real suerte encontrarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario